Existen personas LGBT+ en cualquier parte del mundo, en todos los niveles socioeconómicos, culturales, y así ha sido desde hace mucho tiempo. La discriminación a consecuencia de la orientación sexual o identidad de género, nuncaes justificable, por ningún motivo. Todos los seres humanos tenemos los mismos derechos, todos los estados, independiente a sus sistemas políticos, económicos y culturales, tienen la obligación legal de promover y proteger los derechos humanos de todos sus ciudadanos. La libertad religiosa significa el derecho a tener nuestras creencias, pero no nos da derecho a imponer nuestro punto de vista a los demás. La orientación sexual y la identidad de género, no son tendencias actuales. La omunidad LGBT+ no busca tener derechos especiales. Por desgracia, algunos derechos y libertades se les niegan a millones de personas por todo el mundo, debido a su orientación sexual y a su identidad de género. Urge garantizar la inclusión de todas las personas pertenecientes a la comunidad LGBT+ en el desarrollo de las sociedades.
La legislación internacional de derechos humanos, se aplica a todas las personas. Éstas leyes en materia de derechos humanos establecen obligaciones jurídicas de los estados, a fin de garantizar a todas las personas, sin distinción alguna, puedan disfrutar de estas garantías. La orientación sexual y la identidad de género de una persona, son características como la raza, el color de piel o la religión. Hace más de veinte años, la OMS aclaró explícitamente que la homosexualidad no es un trastorno ni una enfermedad, y ha enfatizado en que es una variante natural y no patológica de la sexualidad humana. Los intentos por cambiar de manera forzada la orientación sexual de las personas, han quedado demostrado que son absolutamente ineficaces, perjudiciales y pueden equivaler a actos de tortura. Por otro lado, se ha estigmatizado y asociado el surgimiento de ciertas enfermedades a el hecho mero de ser homosexual. Es por esto que pandemias como el vih, son atribuidas a esta comunidad, anque nada está más lejos de la realidad, ya que este tipo de virus, no distingue en géneros, y se disemina de igual forma por el mundo, en lo que las personas no mantienen un cuidado mínimo al momento de tener encuentros íntimos con otras personas. Ésto tambien puede ser atribuible a la falta de educación sexual que enfrentan las generaciones emergentes, llevando lastres adheridos por las generaciones más viejas. Esperemos que se comiencen a implementar políticas públicas sensatas y abiertas, que estén adaptadas a nuestra realidad y busquen el encuentro entre todos los sectores de la sociedad, que al final de cuentas, todos somos necesarios para crecer.
